Cabala

Hebreo: 'tradición'. Nombre que reciben la mística y la doctrina secreta judías, especialmente en su manifestación medieval desde principios del siglo xni. Inicialmente, la palabra «Cabala» designaba todo aquello que no formaba parte del Pentateuco (los cinco libros de Moisés, Biblia).

La Cabala es una fase en la larga historia de ía mística judía, cuyo comienzo se remonta al siglo i dC. Durante este período de tiempo hay constancia escrita de doctrinas secretas basadas en especulaciones místicas que guardaban relación con el primer capítulo del Génesis (historia de la Creación) y el Libro de Ezequiel. Una de estas doctrinas secretas, la «ciencia de las cosas primigenias» (.hebreo: Mdasseh Bereshity, puede definirse como una especie de cosmogonía mística. De hecho, quien conoce las etapas de la creación del mundo y del hombre tambien posee la sabiduría necesaria para acceder a Dios, fuente de toda existencia. Esta es la orientación que sigue el Libro de letzirá.

Sin embargo, fue mucho más influyente la segunda doctrina secreta, la «ciencia del carro de Dios» (hebreo: Maasseh Merkabá), cuya huella se puede rastrear hasta el siglo xi y que desempeñó un papel muy importante en la formación de la Cabala. La mística de -* Merkabá dio lugar a una literatura que describía el camino místico a través de los siete palacios (hebreo: Heck-haloth}.

Desde el punto de vista de la historia de las religiones, la mística de Merkabá puede verse como una forma de la gnosis judía. Restos de ella se han conservado en el Libro Bahir, el texto cabalístico más antiguo que se conoce, que ya contiene la doctrina de las Sefírot. Pero la principal obra de la Cabala es el Sobar (libro del esplendor), redactado hacia 1275-1293 en Castilla e integrado por 2.400 páginas de densa escritura. Tiene la forma de una MÍ-drash, pues está compuesto de alocuciones, monólogos y diálogos sobre el Pentateuco, el Cantar de los cantares y el Libro de Ruth.

De acuerdo con las investigaciones actuales, la aparición de la Cabala se puede sintetizar así: la Cabala histórica estuvo precedida por un movimiento precabalístico (900-1200) que conservó y cultivó la herencia de la gnosis judía. Más tarde, este movimiento místico penetró en Europa en etapas sucesivas. Una importante estación intermedia fue el hasidismo. La Cabala adquirió su forma clásica así que entró en contacto con el neoplatonismo. Esta penetración y la consiguiente formulación de sus doctrinas hicieron que el elemento gnóstico tuviera cada vez menos peso. Pero, además, junto a las variantes teóricas y místicas de la Cabala, existía otra, más antigua, en la que se empleaban los nombres secretos de Dios y de los ángeles en el sentido de la magia blanca, es decir, no para causar daño a las personas.

Aunque esta división ya era conocida desde el siglo xm, la mayoría de los cabalistas se distanciaron de la tendencia ocultista, por más que existan pruebas de que la «Cabala práctica» era practicada en el seno del hasidismo. Aún así, hay que separarla de la «magia negra» (hebreo: kishcuf\ corriente internacional que contiene elementos de la magia árabe, judía y cristiana, aunque predomine la influencia de la primera. Los cabalistas cristianos relacionaron erróneamente esta forma de la Cabala práctica con la mística judía.

Tras la expulsión de los judíos de España el año 1492 y la constitución de un centro judío en Safed (norte de Galilea), la Cabala también experimentó un cambio, pues aquí surgieron dos sistemas: la Cabala de Jacobo Cordovero (1522-1570) y la Cabala de Isaac de Luria (1534-1572). En síntesis ía Cabala de Cordovero se podría definir como una variante teórica con muchos elementos gnósticos, mientras que la cabala de Luna sería una mística práctica.