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Palenque se recuperó de una serie de derrotas militares, de problemas dinásticos internos y alcanzó con K'inich Ahkal Mo' Nahb III un nuevo auge. Foto: cortesía UNAM |
Ciudad de México (3 enero 2007).- Investigadores de la UNAM descifraron las inscripciones del Trono del Templo 21 de Palenque, Chiapas, que aportan nueva información histórica de la dinastía palencana, principalmente del gobernante K'inich Ahkal Mo' Nahb III.
En un comunicado de la UNAM, Guillermo Bernal Romero, académico del Instituto de Investigaciones Filológicas, explicó que la escasa cantidad de información hacía suponer a algunos autores que durante el reinado de ese personaje, quien rigió entre 721 y 736 después de Cristo, hubo un periodo crítico, de debilidad del poder dinástico.
Pero los hallazgos logrados a partir de 1998, sobre todo el del Templo 21 en el 2002, han cambiado paulatinamente las interpretaciones acerca de este tiempo, al descifrarse, tras 4 años, las inscripciones en el tablero de dicho trono, en un estudio pionero realizado por Bernal Romero y otros expertos universitarios.
"Palenque se recuperó de una serie de derrotas militares, de problemas dinásticos internos y alcanzó con K'inich Ahkal Mo' Nahb III una nueva época de auge manifestado particularmente en la actividad constructiva intensa y la calidad de las obras escultóricas", explicó Bernal.
Estas manifestaciones refieren el pensamiento religioso, implicado con el dominio de ese tiempo, y una etapa de fortalecimiento del poderío político y militar de la ciudad.
"K'inich Ahkal Mo' Nahb efectuó una reconformación de la dinastía. Para evitar el desmembramiento del poder central tuvo que reconocer y compartir el mando como no se había hecho antes", dijo el experto.
Los gobernantes subalternos: nobles, sacerdotes, o militares que antes no aparecían en los monumentos de los palencanos comenzaron a emerger, al igual que señores provinciales que fueron registrados como pilares importantes de cada linaje local.
"Uno de los aspectos de los nuevos hallazgos es que hablan de cómo las estirpes también tenían que modificar sus estrategias de dominación y asimilar a gobernantes subordinados que ya tenían poder por sí mismos, para evitar la disgregación definitiva del mando dinástico central", expuso Bernal.
El investigador concluyó que Palenque fue la ciudad más importante del Occidente Maya, por su tamaño, la calidad de sus edificios y la población que dominó.